Cómo evitar los ángulos muertos del coche - La Vanguardia

Cuando conducimos, un 90% de la información que recibimos nos llega a través de la visión. Por eso es importante que antes de iniciar nuestro trayecto, comprobemos y regulemos bien nuestros espejos retrovisores para así tener un control visual de nuestro alrededor.

Uno de los grandes adversarios de los conductores son los llamados ángulos muertos o puntos ciegos. Se trata de aquellos "huecos" visuales en los que podemos perder la referencia de un vehículo que viene por detrás o por otro carril. Y esto supone un peligro para nuestra seguridad y la de los demás.

La existencia de los puntos ciegos se encuentra en la geometría. Nuestro campo de visión viene delimitado por la línea recta que sale de nuestro ojos, se refleja en la superficie del espejo y rebota hacia atrás. De forma que sólo vemos lo que muestra el espejo, todo lo demás, en ese momento, es invisible para el conductor. Esta zona sin visibilidad reducida se encuentra en los laterales de nuestro vehículo.

Los ángulos muertos son aquellos 'huecos'  visuales en los que podemos perder la referencia  de un vehículo que circula por detrás o por otro  carril
Los ángulos muertos son aquellos 'huecos' visuales en los que podemos perder la referencia de un vehículo que circula por detrás o por otro carril (Alexander Chernyakov / Getty Images/iStockphoto)

Los factores que más influyen en los ángulos muertos son el tamaño, cuanto más grande sea nuestro vehículo más se reduce el campo de visión, y una correcta posición de los espejos del conductor.

Hoy en día, los fabricantes ya ofrecen sistema de asistencia a la conducción con el objetivo de evitar al máximo los efectos de los puntos ciegos. Uno de ellos es el conocido como detector de ángulo muerto, BLIS (Blind Spot Information System), que es capaz de detectar la presencia de vehículos en estos ángulos y alertar al conductor a través de una señal acústica o luminosa en el retrovisor o con una vibración en volante, y así evitar una colisión.