La evidencia que los oficiales encontraron al interior de aquella vivienda de Fremont en diciembre de 1990 no dejaba dudas. Ese departamento, ubicado en el número 38780 de Tyson Lane, había sido el escenario de un brutal asesinato.
Faltaba justo una semana para la primer Nochebuena de la década de los 90 cuando los oficiales de la Policía de Fremont recibieron el reporte de un hombre que llevaba varios días sin presentarse a trabajar. Se trataba de Jack Upton, un residente de la ciudad de 30 años.
Las autoridades omitieron los detalles de la escena del crimen, pero junto al cuerpo sin vida de Upton encontraron manchas de sangre y muestras de ADN, que en ese entonces no eran de gran utilidad para que las agencias del orden pudieran resolver el caso sin indicios de un sospechoso.
Cuatro días después del homicidio, el 24 de diciembre, detectives encontraron el automóvil de la víctima abandonado en el estacionamiento de un centro comercial de Thousand Oaks, a unas 350 millas de distancia de donde ocurrió el asesinato.
El vehículo era un deportivo Nissan 300 ZX, modelo 1985. Cuando los oficiales lo revisaron encontraron restos de sangre que coincidían con los hallados en la escena del crimen. Los detectives determinaron que las muestras correspondían al asesino, que hasta ese momento no tenía ni nombre ni rostro.
El ADN como prueba
El año de 1989 fue la primera ocasión en la que se habló de crear una base nacional con muestras de ADN que sería operada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), pero no fue sino hasta 1994 cuando el Congreso de Estados Unidos aprobó el Acta de Identificación por ADN ( DNA Identification Act) que se autorizaron los trabajos para darle vida.
El homicidio de Jack Upton llevaba ya una década sin resolver cuando los detectives de la Policía de Fremont recurrieron al 'Sistema Indicador de Combinaciones de ADN', conocido como CODIS, por sus siglas en inglés. La entonces enorme base de datos contaba con poco menos de dos millones de perfiles criminales, sin embargo, cuando se analizaron los resultados ninguna coincidió con las muestras de ADN del asesino de Fremont.
La Policía no quitó el dedo del renglón y a lo largo de 28 años asignó a decenas de oficiales y detectives para trabajar en el caso, y en 2016 decidió crear un puesto enfocado exclusivamente para trabajar en casos de personas desaparecidas y homicidios sin resolver.
El 'Asesino del Golden State', un parteaguas
Después de más de cuatro décadas prófugo, en abril de 2018 las autoridades de Sacramento arrestaron a uno de los hombres más buscados en California: el 'Asesino de Golden State', a quien acusaban de 12 asesinatos, 45 agresiones sexuales y 125 robos en viviendas desde 1976 hasta 1986.
Joseph James DeAngelo, de 72 años, había permanecido sin poder ser identificado, tenían su ADN, pero no un rostro ni un nombre. La clave para su captura residía en Parabon NanoLabs, una compañía que desarrolla tecnología relacionada con el ADN con sede en el estado de Virginia.
El caso del 'Asesino del Golden State' motivó a la Policía de Fremont a contactar al mismo laboratorio para pedir su ayuda en el caso de Jack Upton. Gracias a la tecnología actual, aquellas muestras de sangre encontradas 28 años atrás finalmente arrojaron una coincidencia: Russell Anthony Guerrero, un hombre de 52 años que vivía en la pequeña ciudad de Tempe, en Arizona.
Al momento del homicidio, Guerrero tenía 25 años, pero jamás fue contactado por las autoridades como sospechoso vinculado al caso.
Los detectives viajaron desde Fremont hasta el estado fronterizo y en octubre del año pasado lograron obtener nuevas muestras de su ADN. Cuando las compararon con las halladas en el departamento y en el vehículo abandonado, las coincidencias fueron exactas: las autoridades habían encontrado a su homicida.
En menos de tres meses los detectives armaron su caso con lujo de detalles y lo presentaron ante la Fiscalía del condado de Alameda, que emitió una orden de arresto contra Anthony Guerrero por el homicidio de Jack Upton.
Finalmente, el sospechoso fue arrestado este martes en Chandler, Arizona, por detectives de la Policía de Fremont en colaboración con oficiales de los departamentos de Policía de Tempe y Chandler.
Su extradición a California aún está pendiente.
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