"En mi familia siempre la tuvimos que remar, muchas veces no había para comer. No comíamos en todo el día y a veces aparecía algo a la hora de cenar. Yo jugaba al futbol para olvidarme del hambre. No se me iban las ganas, pero al menos me olvidaba por un rato hasta que llegaba la noche", comentó el atacante azulcrema para "Racing del Alma", un portal argentino dedicado a la información del Racing Club de Avellaneda, equipo con el que Roger inició su carrera profesional.
Vía telefónica, el delantero recordó cómo es que alimentaba su amor por el balompié, su sueño de vivir de goles.
"En la Campiña, donde vivía de pequeño, jugábamos todo el día a la pelota. Hacíamos los arcos con dos piedras y la pelota estaba hecha de varios pares de medias o cualquier balón que uno se inventaba.
Siempre estaba en la calle jugando al futbol. Llegaba a casa con las uñas rotas y los pies sangrando, pero valía la pena porque no había nada más lindo que jugar a la pelota. Son los recuerdos que más me gustan de mi infancia", relató el originario de Bolívar.
Sobre América, Roger Beyker señaló que su adaptación no es sencilla, mas la relación con el estratega Miguel Herrera ha sido importante.
"Puede que sea difícil adaptarse a este futbol, pero sinceramente a mí no me ha costado ya que empecé con el pie derecho… El técnico me trata muy bien. Siempre está pendiente de mí y me hace sentir muy importante. Ha sido clave para que rápidamente pueda mostrar mis cualidades . Me parece un gran entrenador".