Romasanta, hombre lobo y primer asesino en serie español - La Vanguardia

Nadie podía imaginar que tras esa apariencia de hombre débil y frágil (medía tan solo 137 centímetros), se escondía un perverso asesino en serie que en las noches de luna llena se transformaba –y así aseguró él mismo durante el juicio- en un sangriento hombre lobo. Manuel Blanco Romasanta, el licántropo de Allariz, sembró de terror las villas de la comarca.

De hecho, el propio Manuel explicó ante el tribunal que sus macabros asesinatos estaban motivados por un sortilegio. Una bruja le había maldito y desde entonces, no podía controlar aquel impulso salvaje por matar y comerse a sus víctimas. Eso sí, "la maldición sólo dura trece años y la semana pasada se cumplió el plazo y me curé", soltó a preguntas del fiscal.

Nació como Manuela

El 18 de noviembre de 1809 en la aldea de Regueiro (Orense), nació un niño rubio aparentemente normal que pasaría a la historia con el nombre de Manuel Blanco Romasanta. Aunque en su partida de nacimiento constaría realmente como Manuela, puesto que al nacer, creyeron que se trataba de una niña. De hecho, así fue hasta los ocho años.

Sin embargo, estudios recientes por parte del forense Fernando Serrulla del Instituto de Medicina Legal de Galicia, indican que en realidad nos encontramos ante una persona hermafrodita. Es decir, tenía sexo de mujer pero segregaba gran cantidad de hormonas masculinas y sufría sufrir fuertes episodios de agresividad. De ahí que su identidad sexual fuese una incógnita para la época.