Uno de los mitos más grandes y más persistentes sobre bajar de peso es que es necesario pasar hambre para lograrlo. Que nunca sentirte satisfecho a la hora de comer es ´´normal´´ y ´´parte del proceso´´ hacia una pérdida de peso. Mito que no sólo está equivocado, sino que también es poco saludable y pudiera incluso hacer más difícil la pérdida de peso.
Comer es un placer de la vida y sentir hambre es la manera del cuerpo de pedir alimento, a nadie le gusta estar hambriento la mayor parte del día y a la mayoría nos encanta comer. Entonces, ¿cómo bajar de peso sin pasar hambre?
Te comparto tres recomendaciones que te ayudarán a facilitar el proceso hacia tu meta:
1.- Se trata de perder peso que no regrese:
Cuando se hace un plan de alimentación o un ´´reto´´ sumamente restrictivo donde no sólo estás consumiendo alimentos y/o cantidades que no satisfacen tu hambre, sino que tampoco son compatibles con tu estilo de vida; ¿qué pasa? cuando regresas a tu ´´normal´´ o cuando termina el reto, la mayor parte del peso que se perdió y que tanto esfuerzo y energía costó perder, regresa.
¿Cómo evitar eso? Se trata de encontrar la mejor manera de llegar a tu peso meta de acuerdo a tus necesidades, costumbres y gustos. Por ejemplo, si no te gustan las ensaladas, hay muchísimas distintas maneras de agregar verduras a tu día sin necesidad de que sean ensalada, ya que si se trata de hacer un cambio a largo plazo se necesitan opciones que te gusten de alimentos, no algo que temporalmente pudieras agregar a tu dieta para después dejarlo de hacer porque no te gusta.
2.- Menos no siempre es más:
La idea de entre menos comas es más peso perdido, muchas veces no toma en cuenta nada aparte del número de calorías. ¿Cuál es el problema?, hambre todo el día, falta de nutrientes, pérdida de músculo, incluso dificulta la pérdida de peso, etc...
¿Cómo evitar eso? En lugar de enfocarnos tanto en la cantidad, dale prioridad a la calidad, cuando agregamos opciones de alimentos altos en diferente tipos de nutrientes a nuestro día nos sentimos mucho mejor. Busca el balance en tu plato, agrega proteína, grasa y carbohidrato alto en fibra; esto no sólo le da a tu cuerpo los nutrientes que necesita, sino que también te mantendrá satisfecha y sin esos dolores de cabeza por falta de alimento.
3.- Organiza tu día:
La base de un cambio de alimentación está en la planeación, ya que si un día antes programas tu comida del día siguiente con todos los ingredientes y preparaciones, cuando llega el momento de comer ya no te enfrentas al sin fin de tentaciones (que entre más hambre tienes más tentadoras) puesto que ya vienes listo con alimentos. Otro problema al que muchos nos pudiéramos enfrentar si no nos preparamos, es que en lugar de caer en tentaciones, simplemente nos saltamos la comida, lo cual nos lleva a una falta de energía el resto del día y a sentir tanta hambre que no nos permite enfocarnos. Además, termina siendo contraproducente puesto que eventualmente llega la cena y el hambre es tan grande que caemos en un atracón. Igual al momento de ir al súper, se trata de ir preparada con una lista donde se incluyan todos los ingredientes que formarán parte de tu plan de alimentación balanceado el resto de la semana, en lugar de llegar al super sin plan y con antojos.
Be Healthy. Be You.