En México los homicidios no se detienen, cierto es que a pesar de que en los últimos 20 años han aumentado y disminuido sucesivamente, los feminicidios continúan manteniéndose en un alto rango. La polémica alertó nuevamente en uno de los crímenes que más destacaron en México, un asesino en serie mexicano el cual confiesa haber torturado y matado a una veintena de mujeres en uno de los municipios con más feminicidios del país.
Dicha noticia tiene impacto en un recoveco en Ecatepec, una construcción de obra color gris, en donde a su alrededor el municipio yace con terror. En la entrada de la casa permanece apático el orinal de un bebé. Entre estas paredes de cemento según las autoridades se cometieron algunos de los crímenes más graves que recuerde México. En el domicilio vivía un hombre con su pareja y dos hijos, el hombre acusado de torturar y asesinar a lo largo de siete años a una veintena de mujeres en uno de los municipios con mayor porcentaje de feminicidios del país. La confesión de dicho hombre fue que quería llegar a 100, diciendo así: "Llámenme El Terror Verde".
Juan Carlos Hernández se ha convertido estos días en el monstruo de México, desde hace al menos siete años sobrevivía en uno de los municipios con los índices más altos de pobreza urbana del país, vendiendo quesos y revendiendo lo que lograba robarles a sus víctimas.
Durante su confesión también relató el asesinato de 11 mujeres asegurando que hay más, pero no recuerda sus datos, una forma muy cruel de expresar los delitos cometidos con la ayuda de su pareja. En doce páginas relata cómo se deshizo de sus cuerpos, de lo que sucedía con los cuerpos, así como también la explicación de cómo los almacenó durante meses en un refrigerador y averiguó cómo exprimirles hasta el último peso con la venta de sus objetos o sus huesos. Una mujer no costaba más de 90 dólares; de algunas solo sacó tres. Dentro de sus delitos está el cometido con un bebé el cuál era de una de sus víctimas y lo vendió en $15.000 a un matrimonio que no podía tener hijos.
A 100 metros aproximadamente de aquella vivienda, las autoridades encontraron también partes del cuerpo de algunas de sus supuestas víctimas entre bolsas de basura y escombros. Fue el primer lugar donde encontraron evidencias de los crímenes. Todo esto situándose en un terreno baldío entre dos humildes casas, cuyos dueños comentan no haber recibido señales alarmantes o indicios que mostrasen dichos crímenes. También se encontró un basurero improvisado en uno de los barrios más duros de Ecatepec.
Ambas personas, es decir, la pareja fue detenidos por las autoridades el 04 de octubre de este año, las autoridades cuentan que tras seguir la pista a tres desapariciones de mujeres en la colonia dieron con este matrimonio. Su paradero fue posible un día en el cual, Patricia encendió el móvil que le había robado a una de las víctimas y lograron detectar su ubicación.
Este es un delito que en Quintana Roo ha sido tipificado y se encuentra en el artículo 89 BIS del Código Penal de nuestro estado en donde menciona que comete el delito de Feminicidio, el que dolosamente prive de la vida a una mujer por razones de género. Se le impondrá prisión de cinco a cincuenta años y de mil quinientos a tres mil días de multa.